NOTICIA DE JUAN HERNÁNDEZ

Por Carlos E. Pinto

Conocí a Juan Hernández a finales de 1976. Llego a la Sala Conca durante la exposición de Cándido Camacho para mostrar su obra a Gonzalo Díaz. Entre el material más reciente tenía una serie de pequeños dibujos sobre papel de hilo de un bloc de cartas, con lápiz o crayones y motivos abstractos, formas dendríticas que afloraban de la acción automática del lápiz sobre el papel. Un automatismo próximo al frottage que se deleitaba en su propio hacer constructivo y con cada uno de los mínimos recursos de los que disponía: los lápices y la superficie tramada en la que estaban ejecutados. El conjunto no parecía gran cosa, más bien un ejercicio indolente, aunque quizá por eso destilaba una rara convicción que la personalidad, las inquietudes e intenciones de su autor no hacían sino confirmar. Por supuesto, Gonzalo sabía que con aquello no iba a ninguna parte y lo emplazó a llevar dichos trabajos a la pintura y al lienzo, sugiriendo el camino que desembocará en la serie Blanco y negro, que iba a suponer el inmediato reconocimiento de Juan en el ámbito artístico canario.

Juan Hernández fue el segundo en entrar a formar parte, después de Cándido Camacho, del nuevo grupo de pintores que Gonzalo Díaz congregó en su galería en la nueva etapa de su andadura, que irán completando Gonzalo González y Juan Gopar.

En Conca expondrá por primera vez en una colectiva antes de acabar aquel año y en el siguiente realiza su primera individual, permaneciendo vinculado a ella y a sus proyectos hasta comienzos de 1983. Fueron años en los que volví a tener una relación próxima con Gonzalo y con las actividades de Conca, y en los que trabé amistad con la mayor parte de los artistas que él representaba.

 

Aunque Juan residía en Gran Canaria y Cándido en La Palma, viajaban con frecuencia a Tenerife y nuestros encuentros eran habituales. Durante esos años Conca fue un irrepetible crisol de estímulos para las relaciones entre los artistas más jóvenes, y un lugar mítico de acontecimientos artísticos más allá de su fundamental actividad expositiva.

La circunstancia que he comentado, el trato habitual y cercano, justifica la casi nula documentación epistolar existente de aquellas relaciones con los de Tenerife o residentes en la isla, solo un poco más nutrida en el caso de los foráneos; pero en lo que respecta a Juan Hernández, su traslado a Madrid en 1979 para cumplir el servicio militar y, unos años después, a comienzos de 1983, para quedarse a vivir y pintar en la ciudad de El Prado, daría lugar a la breve correspondencia que aquí se recoge y que he considerado oportuno dar a conocer con motivo del rescate de su figura y obra por parte del CAAM de Gran Canaria.

 

En estas cartas y postales,  manuscritas y algunas ilustradas con dibujos y bosquejos o acompañadas de fotos de pinturas recientes,  el vitalismo entusiasta del pintor está muy presente, pero también sus inquietudes y reflexiones sobre la actividad pictórica; incluso los estímulos e ideas que lo movilizan en algún momento y que toman cuerpo en una obra paradigmática de mediados de 1983 cuyo motivo, la noche,  retomará en  su experiencia litográfica en Wolfsburg, Alemania, a comienzos de 1984;  luego en el pionero mural urbano de grandes dimensiones que con el título Buscando una estrella para Ely, lleva a cabo en San Cristóbal de La Laguna en 1985; y, por último,  en su intervención en el número 7 de la revista Hartísimo que se publicaría a finales de aquel año.

 

Juan Hernández regresó a Las Palmas de Gran Canaria en 1986. Volveríamos a encontrarnos, a hablar, a elucubrar y proyectar en otras ocasiones durante los dos años que le quedaban por vivir, pero no volvimos a escribirnos. La noticia de su muerte en mayo de 1988 en un accidente automovilístico, junto a la de Cándido Camacho cuatro años más tarde por la misma circunstancia y ambos de acompañantes, fueron las más brutales y desconcertantes de esa época de mi vida y un cataclismo injusto para el devenir del arte en las Islas, que perdía en muy poco tiempo a dos creadores singulares e irremplazables de nuestra experiencia contemporánea.

(CARTA 1)

 

A Carlos Pinto.                                                            De Juan Hernández, 6-3-79

 

“Hoy soñé que las nubes se corrían y abrían un nuevo paisaje”

 

Hola Carlos, ¿qué tal?; aquí estamos como muy enrollados como comprenderás; aunque dentro de lo que cabe, los vientos son favorables.

Bueno, te diré que ya le he mandado una carta especificándolo todo, tanto cuadro como condiciones, al Conco. (1)

………

Te voy a mandar obra vendible y no vendible, ya que creo mandar algo de lo que estoy satisfecho. Te daré seguro 3 cuadros y dos dibujos. Pero dos de los cuadros son ya de propiedad privada. Uno es de 2 metros y es propiedad de la Conca, y el otro es de Ely (la chica con la que estoy saliendo). Este, es de pequeño formato. Creo que estos dos cuadros merecen estar en la exposición que vas a hacer.

Los dibujos son muy buenos (¿) a mi entender.

De todas formas Gonzalo tiene la última palabra ya que yo no estoy ahí. No creo que exista algún problema. Escríbeme lo antes posible, tanto si hay problemas como si no, para yo inmediatamente llamar a la Conca y dar por terminado este asunto.

 

Dale recuerdos a Carlitos y a tu niña.

Pero sobre todo: mucho amor para todos.

Suerte¡¡

 

Juan

 

PD Mi dirección es: Juan Fco. Hernández Sánchez

Campamento San Pedro CIR nº 1

Unidad de Servicios

TV.CC.

Colmenar Viejo -Madrid

(CARTA 2)

 

21-4-79

(Sobre con 4 pequeños papeles cada uno con un texto: cita y 3 poemas)

 

“Una pequeña fracción de tiempo ganada, tiempo que ahora me es tan precioso que valoro cada tregua, cada aplazamiento… quiero decir tiempo asignado para pensar; el permiso que le otorgo a mis pensamientos para un viaje gratis de la realidad a la fantasía y regresar”

  1. NABOKOV

I

Y desde que una vez se ha dejado

E intruso enemigo que defiendo bajo las nubes

Ahora alocado

Por el camino fijo del horizonte.

 

II

Y retuerces tu memoria dejada antes.

Por acompañante, un blanco recogido del mar.

Un caballo que marca su paso en la arena.

 

III

Y desde que el aroma antes de la despedida llegara.

Llegará la luna en la noche.

Y el frío no detendrá la primavera.

(CARTA 3)

 

A Carlos Pinto                                                                             De Juan Hernández a tres del 2 del 83

 

Hola, te mando estas fotos para el artículo del periódico. Como fotógrafo soy un desastre y estas son las mejores que han salido. Espero que para la impresión en el papel del periódico sirvan ya que son las más contrastadas.

Dentro de una semana aproximadamente me iré para Madrid. Cuando tenga (nueva) dirección allí, te escribiré.

Hasta pronto y suerte en todo

Juan

 

(Adjunta fotos en b/n de Animal solitario número 1 y de Infanta números 1 y 4)

(CARTA 4)

 

A Carlos Pinto                                                                             De Juan Hernández a 2-4-83

 

Hola Carlos ¿Qué tal?

Estoy muy contento de haber decidido mi traslado a Madrid. Encuentro mayor libertad. La carretera se ensancha.

He terminado un cuadro: “La sombrilla del lago”, casi estoy acabando mi “Animal solitario n 7” y he comenzado otro titulado “La pera de Erik Satie” (similar al de Man Ray).

Por lo pronto el acabado no instaura esa perfección que había determinado en mis últimos cuadros, “ese acabado que me obligaba a redondear dentro de lo conocido”. Intento darle más libertad a los elementos que constituyen la pintura, (aunque la estructura estricta permanece.) Le estoy dando más importancia al motivo, lo convierto en objeto pictórico y no en objeto conceptual que da pie a la pintura.

Esto le da más libertad a la pintura (a mi pintura) y ya la “Infanta nº 5” da a entender este cambio.

Le he dado a Magda (2) unas diapositivas para que las puedas enseñar, parece, en unas conferencias que estabas dando -no me acuerdo donde- y que dijiste que no tenías material.

Creo que mi pintura tiene cosas que decir y de qué hablar porque yo mismo así lo puedo hacer —no es más que un ejercicio y unas palabras sobre “LA PINTURA”.

Cada vez estoy más convencido de que todo esto: la pintura, literatura, teatro, cine…, no son más que rodeos dentro de una misma obsesión, de la que no nos desprenderemos nunca. A veces, es mejor tomar una copa o un café con un amigo, o por supuesto hacer el amor con el ser amado. Todo forma parte de la vida y al final nada es más importante, a no ser que como en las “Fresas salvajes” de Bergman tengamos una misma obsesión hasta la muerte.

Hasta pronto Carlos. Espero pronto noticias tuyas.

Juan

 

Mi dirección es. – Juan Hernández. C/ Santa Úrsula 11, 1º. Madrid 11. Telf- 4797890

 

(Adjunta 2 fotos de “Animal solitario número 4”)

 

(CARTA 5)

 

A Carlos Pinto                                                              De Juan Hernández a 18-4-83

 

 

Hola Carlos, me ha alegrado mucho recibir tu carta con fecha 14-4-83.

Pídele las diapositivas a Magda, se las he dado para ti. Da igual para qué las utilices, el caso es que las tengas tú, ya sabrás que hacer con ellas.

Dices que le estás haciendo un texto a Gopar, cosa que me ha sorprendido positivamente porque dijiste que no ibas a hacer más textos. Veo que todavía te diviertes en el placer de la pintura y los pintores, cosa lógica porque todo el arte es una postura, y no se puede ser ajeno a ello si se siente dentro la intuición de que algo sucede.

No conozco la pintura de Gopar, no sé lo que siente. Pienso que para mí ha sido una losa mi bagaje cultural de/sobre las imágenes que él utiliza, estoy ya supeditado a un tipo de información con ese tipo de renovar. Aunque él, creo, está en algún camino. Pero, no sé, es una cuestión individual y la pintura hay que verla (sentirla/pensarla) primero para después dar juicios sobre ella. Tú estás ahora, con respecto a su obra, en una posición más adecuada que yo para hablar de ella. (Esta es una conversación que dejo pendiente, a seguir en cualquier ocasión.)

Aquí en Madrid la moda es todo lo contrario (tristemente) de mis intenciones. Empeñados en cerrar el círculo vicioso de la vanguardia. Esto es,

-Goya, Turner, los impresionistas (Monet, sobre todo), Motherwel, Jasper Johns, etc… Bueno, Matisse, aunque lo ponen en primera fila creo que es más Cézanne y su poética lo que siguen o persiguen. A Matisse no lo entienden. No entienden que Matisse es la sistematización de un conocimiento y no como en Cézanne producto del azar. Parecen contradictorias estas palabras, pero es Cézanne el que pinta la pintura y Matisse la “inteligencia”. (Palabra tuya empleada en la dedicatoria que me has hecho en tu libro “Leyenda” (3) y dice: “En el fondo de cada movimiento de un cuerpo, el mundo mueve el mar; mar y cuerpo son formas de la inteligencia; así pues es posible que sea la inteligencia la que en su movimiento mueve el mundo.”

Matisse mediante la/su inteligencia estudia la especificidad autónoma de la pintura y así consigue salir fuera de su autonomía (cosa que no sucede con Cézanne). Matisse dentro de la historia de la pintura busca “ser” pintor y su trabajo va dirigido a pensar diferente lo que la Historia le da. Matisse dice: “Los viajes a Marruecos me ayudaron a conseguir la transición necesaria y me permitieron recobrar un contacto más estrecho con la naturaleza…”

No quiero negar con todo ello la pintura de Cézanne, pero pienso que aquí en Madrid la gente confunde el emplear colores vivos con Matisse y el utilizar la pincelada paralelamente o determinando plano, con Cézanne.  Se quedan en lo superficial y no piensan que todo es una forma de acercarte a una expresión individual que conlleva cargas poéticas en el enfrentamiento de la inteligencia con la naturaleza, con el mundo, como tú dices.

La pintura es y será la misma para todos. Y lo que distingue a un pintor de otro no es su expresión sino su “poética”.

Pensar en pintura no es más que utilizar esos elementos dados por la propia pintura para construir la poética que nos determina como individuos dentro del mundo. Busco mi medida de las cosas y lo que puedo sentir alejándome o acercándome a ellas.

La medida es la clave para sentir donde estamos, la indago en cada cuadro, trabajo hasta que me acerco a ella. Cuadro a cuadro mi poética se configura. Mi pensamiento mueve al mundo y este a mí.

 

(La tercera hoja de la carta está rasgada por debajo y concluye en una cuarta)

 

A 19-4-83 A Carlos Pinto

 

Te había hecho un dibujo en la parte inferior pero no me gustó y le quité un trozo a la nº 3. Las palabras dichas allí son importantes y se interferían las dos cosas en la misma hoja.

Gracias por el envío de tu libro, la poesía allí escrita me produce sonidos opacos, metidos en una bolsa, separados unos de otros y unidos en su silencio de ruidos oscuros. Cada palabra una sensación. Cada unión de ellas otra, y todo se queda allí, como cuando esta mañana compré “El País” y lo dejé sobre la mesa.

En cuanto a la dirección de la anterior carta es que había perdido una agenda en la que tenía tu dirección y pensé en que lo más positivo era mandarla a alguien que te la pudiera acercar.

 

Hasta pronto Carlos. Esperó noticias tuyas. Cuídate mucho

 

Juan Hernández

(Al dorso escrito: Atardecer desde la orilla. Poema visual 107)

(CARTA 6)

 

A Carlos Pinto.                                                                                   De Juan Hernández a 29-4-83

 

 

Hola Carlos, he releído un poema tuyo de “Espacio el mar”. Realmente, ahora, en esta noche de lluvia…, ha llegado a producir imágenes que cegadas por el alba se han introducido en un lienzo. El cuadro en cuestión será un “Animal solitario” de la noche cegada por el alba.

“Frutos que caen en el lenguaje y brillan,

astros que ascienden hasta la dulzura,

mundos allí maduros y encendidos…

¿Son qué? Solo lecturas

de la noche cegada por el alba.”

 

Negro, azul, poco rojo, algo de blanco (asomando ¿quizás?) Si

Creo que lo tengo aquí, en la mente, y puedo ser capaz de “incendiar el mundo de palabras” pintadas.

Hasta pronto, cuídate.

 

Juan Hdez

(CARTA 7)

 

10 de junio de 1983

 

Hola Carlos

Hoy por fin he terminado el cuadro

Título: Animal solitario de la noche cegada por el alba

Dimensión: 1.50 x 2.40 cms.

Diseño:

Al cuadro la poesía de la “Noche” lo bordea por todos lados como dices en el texto de Gopar: …, la noche, puede al ser luz transparentar su nada.

 

Aquí en Madrid hace ahora un calor infernal y solo puedo trabajar por las noches. Acostumbro a pasar las tardes en el lago. Estoy preparando unos papeles para la exposición colectiva del Colegio de Arquitectos ahí en Tenerife. Espero que te sorprenda, aunque no son nada nuevo ni original -son animales, el mismo en todos ellos.

“Un” animal con cara de pez, orejas de perro, cuerpo de gato -no sé, es un animal inexistente pero que cobra vida en cada papel, a su manera es/son todos los animales. Porque no importa cual sea (Tigre, elefante, hipopótamo, rinoceronte, gato, gallina…)

Un signo. Va a ser (el animal) todo lo contrario a una abstracción.

…Los bocetos renacentistas plasman sentimientos abstractos. El ser no llega a ser más que la imagen, viva o muerta, de una orgullosa voluntad de serse.

¿No es nada, verdad?

 

Estoy de acuerdo sobre lo que hablas de mi obra de “conciencia del movimiento”. Por decirlo de algún modo es la “génesis” de toda mi obra y la situación ante lo que (la) rodea.

Todo objeto está vivo y es a través del espacio-tiempo en donde esto se manifiesta.

La realidad interior de un cuadro es ajena en cuanto es explícita pero el juego que la pinta es implícito a lo que le rodea.

Crear un espacio individual, no personal, no original, solo individual.

En el lago. Piragua. 7-6-83 Madrid

 

Me ha gustado el texto que has hecho en el catálogo de Gopar. Es con mucho el mejor de los que he leído tuyos de los de la Caja. Los poemas sobre todo me parecen incitantes.

          “Lectura. Son y penden. Es y mira…”

Calculo que en julio estaré en Las Palmas. Me daré un salto a Tenerife. Te visitaré

Hasta pronto

 

Juan Hdez.

(CARTA 8)

 

 

A Carlos Pinto.                                                       De Juan Hernández, a 10-1-84

 

“Reforzar el concepto verbal estático con la

Vitalidad sensorial de las imágenes dinámicas” György Kepes

 

Hola Carlos. Empiezo un año en el que se descargan nuevas y antiguas, por conocidas, energías.

 

Recuerdo ahora una parte de tu última carta en la que hablabas de que el tema de los animales me llevaba con respecto al de la figura humana, a evitar lo implícito de ella en sus connotaciones humanas; y por así decirlo, evadirme para mostrar mejor, dar una sensación de la condición humana a través de otro motivo, evitando así conscientemente lo directo y sus derivaciones.

Creo que toda esta filosofía del camino para acercarme a algo siempre ha estado condicionada por la pintura y su propia historia. Bueno, en el fondo todo es cuestión de contenido y continente. Todo depende primero del “que” para después pasar al “como”.

Uno elige el “como” más apropiado para hacer el “que” y en ese continuo fluir se transforma y se hace la pintura. Estas dos cosas son indisolubles y a pesar de todo nos permitimos el lujo de bordar y escarbar para tratar de justificar lo que de por sí es evidente: solo hay que “estar” en la pintura.

Así como pienso que el arte es la conciencia de la cultura, la conciencia de superficie y la conciencia de profundidad son los dos grandes ejes de la pintura y son ellas las que hacen que un pintor elija el “como” más adecuado para realizar un cuadro.

(Actualmente estamos surtidos de éticas y de formas de hacer que se confunden entre sí y son pocas las que permiten transmitir claramente su conciencia.)

Siempre he intentado transmitir mi conciencia de profundidad hacia la de superficie. Esta educación impresa ha sido así por la clara intuición de que es por donde puedo sacarle más partido a mis ideas de la vida. Es decir: juego dentro de una conciencia de superficie, aunque no sin contradicciones.

La realidad escultórica que nos rodea interfiere en la percepción de la pintura y no es casualidad que Picasso, Dalí y un largo etc… triunfen en la gran masa de personas, que sin lugar a dudas prefieren lo inmediato, la visión de la realidad espacial como ellos la viven.

En pintura, me harta la sensación de que uno está vacío con respecto a lo que debe de sentir y por mucho que me esfuerzo solo consigo arañar resultados cuadro tras cuadro. Es difícil mantener el equilibrio de “estar” con la pintura y “estar” con la vida. Aparte de paralelismos evidentes.

 

Bueno Carlos, espero pronto una carta tuya con noticias e ideas.

Creo que debes de pensar en pegarte un viaje a Madrid unos días. Aquí tendrías un “sofá cama” y algún plato de lentejas. Ah, y una buena botella.

 

Hasta la próxima, Juan 17-1-84

(CARTA 9)

 

21-III- 1984

 

Hola Carlos. Este es el castillo en donde vivo y trabajo. Está totalmente dedicado a la cultura, con todo tipo de actividades. (La ventana abierta es mi piso/habitación)

Recuerdos

Juan Hdez 17-3-84 Wolfsburg

 

PD ¿Cómo va la revista? (4)

(CARTA 10)

A Carlos Pinto.                                                          De Juan Hernández 21-3-84 Wolfsburg

 

Hello Carlos, no te puedes ni imaginar lo bien que lo estoy pasando en todos los sentidos. Recuerdo aún tu visita a Madrid muy cercana y ahora que desde Alemania te escribo parece como si todo el mundo fuera una mano tan pequeña como para poderla acariciar, saludar, golpear…

No sé si te habrá llegado mi postal desde aquí, en la que está el castillo y los jardines en donde vivo, y por la que te puedes guiar para entender mis palabras referentes a mi trabajo aquí.

Bajo una tranquilidad absoluta…, un castillo para mí solo por las noches, un estudio (con todas las técnicas de grabado) para mí solo, personas atentas a lo que deseo y puedan solucionar.

Esta tarde empezaré la tirada de una piedra. Su título es “La noche” y es a modo de un trozo de cielo de mi cuadro “Animal solitario de la noche cegada por el alba”. La tirada será solo de 10 ejemplares, a 4 o 5 tintas es decir con 4 o 5 piedras (un curre que demasiado).

Prefiero hacer las tiradas que me pago yo cortas, ya que así se consideran originales y dejo las grandes tiradas para posibles encargos. Tiraré otra piedra con 2 o 3 ejemplares de un bodegón: “limones”, cuyo tema es el reflejo. No sé si va a ser a una o dos tintas. Y así hasta la primera semana de abril en la que volveré a Madrid. Ah, estoy también pintando cuatro cuadros de pequeño formato (70×50 cm). Ya te contaré de resultados, aunque yo ya me conformo con la experiencia de trabajar aquí.

Hasta pronto – Juan Hdez

¿Cómo va la revista?

 

(CARTA 11)

 

19- XI- 1984

 

Te mando aquí uno de los últimos trabajos que estoy realizando.

Hasta pronto

Juan Hdez

(1) Se trata de la exposición Tocador de arte, organizada por la revista Papeles Invertidos, que tendría lugar en el COAC de Santa Cruz de Tenerife el mes de junio de 1979.

(2) Magda Lázaro, que durante unos años había co-gestionado con Gonzalo Díaz la actividad de Conca, la abandonó a finales de 1982. Al año siguiente abrirá su propia galería, que irá recibiendo y representará a los artistas que la crisis de Conca dejaba sin representación: Juan Hernández, Cándido Camacho, Gonzalo González y Juan Gopar.

(3) Leyenda es una plaquette de poesía publicada en marzo de 1983 en la colección “Espacio el mar”, que editaban Andrés Sánchez Robayna y Miguel Martinón.

(4) Se refiere a la revista Hartísimo, que se publicó entre enero de 1984 y marzo de 1986, para cuya séptima entrega Juan Hernández realizaría la portada y en la que se dedicaba un pliego al análisis de su obra, con textos firmados por Fernando Castro -que en 1991 lleva a cabo la monografía del artista para la Biblioteca de Artistas Canarios- y Orlando Franco.