Desde entonces, el oficio beligerante de Palenzuela ha ido sacando de sus entrañas y sus estancias una pintura violentada, fragmentada y excesiva, que sin embargo es capaz de acogernos en su intimidad y de poseernos.
“Odio sobre lienzo” es el título bajo el que presenta en Artizar dos nuevas series de interiores: “La casa de Rubens Henriquez” y “Duggi 36”. En ellas, los objetos “pictóricos” de Palenzuela vuelven a ser espacios interiores, lugares del yo en los que la pintura construye sus estancias. Junto a éstas “Búfalo y tigresa”, obra expuesta en Artizar en 2011, en el seno de la muestra “Cuchilleros”, pero reconvertida en los años siguientes hasta su imponente versión actual y, por último, un conjunto de obras (naturalezas muertas, vánitas, animales, retratos…), estudios pictóricos de precisión holandesa y ejecución de orfebre a los que Palenzuela se ha entregado en los últimos tiempos y que ahora también traslada a una mesa destartalada para crear los rasgos de un still life deletéreo.